SI SE HUMILLARE MI PUEBLO

INTRODUCCION:
HUMILLARE: Es rebajarse, reconocer, empequeñerse, tener humildad de espíritu, no orgulloso, no altivo, creer que lo puede sin fuerzas de nadie,  hombre arrepentido, abatido, dar la espalda al pecado, actuar en obediencia, en oración y pidiendo perdón por la ofensa a Dios y los hombres. En este versículo Dios expone los requisitos para que el  pueblo escogido por Dios, y los que lo buscan en oración,  reciban sus bendiciones . Veamos:
2 CRONICAS: Segunda aparición de Dios a Salomón.
7:12 Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oido tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio. 13- Si yo cerrare los cielos para que no haya lluvia, y si mandare a la langosta que consuma la tierra, o se enviare pestilencia a mi pueblo; 14- SI SE HUMILLARE MI PUEBLO, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra .15- Ahora estarán abiertos mis ojos y atentos oídos a la oración en este lugar. 16- porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estararán ahí para siempre. 17- Y si tú andiviéres delante de mí como anduvo David tu padre, e hicieres todas las cosas que yo te he mandado, y guardares mis estatutos y mis decretos. 18- yo confirmaré el trono de tu reino, como pacté con David tu padre, diciendo: No te faltará varón que gobierne en Israel.
PROMESAS:
Tal como se expresa en la palabra, si nosotros, oramos, buscando el rostro de Dios, arrepentidos de haber pecado, invocando su nombre (Jeremías 33:3) , hay un triple resultado para nosotros: El Señor nos escuchará, perdonará y sanará; llevando a cabo sus propósitos soberanos en concierto con las oraciones de sus hijos.(Filipenses 1:9 y Santiago 5:16) 
REFLEXION:
Cuando oramos al Señor, lo hacemos con humillación , fe y arrepentimiento ?
Este es un requisito, que Dios todavía exige, para que nuestras oraciones sean escuchadas, tal como lo dice su palabra, al altivo y orgulloso lo resiste, y mira de lejos (Santiago 4:6) y dá gracia a los humildes.
OREMOS:
Padre, te alabamos, te bendecimos, nos humillamos ante tí, pidiéndote perdón por nuestros pecados,  te damos gracias, porque nos oyes, nos escuchas y nos sanas, cuando oramos a ti en  humillación y fe, pedimos nos ayudes a que entendamos y apliquemos esta palabra, mira nuestros seres queridos, para tu Gloria y honra. Amén.

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