La confusión, un estado de desorientación y falta de claridad, es un obstáculo que afecta tanto nuestra vida espiritual como nuestra relación con Dios. Esta condición se manifiesta cuando no seguimos la guía del Espíritu Santo, permitiendo que nuestra naturaleza carnal tome el control. Como resultado, caemos en el pecado, lo que nos lleva a la muerte espiritual y la condenación. Sin embargo, la Palabra de Dios nos ofrece una solución clara: andar en el Espíritu. Tal como dice Romanos 8:1, "Ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu". En este artículo exploraremos cómo evitar la confusión espiritual y vivir en la paz que Dios nos promete.
El Don de Profecía y de Lenguas según 1 Corintios 14
La Profecía: Un Instrumento de Edificación
En 1 Corintios 14:31-33, Pablo nos recuerda que todos los creyentes tienen la capacidad de profetizar, pero siempre de manera ordenada y edificante. Dice así: "Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan y sean exhortados. Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz, como en todas las iglesias de los santos".
Dios nos llama a usar los dones espirituales con propósito y disciplina. No es un Dios de caos, sino de orden y armonía. Cuando permitimos que el Espíritu Santo guíe nuestras vidas, somos capaces de transmitir Su mensaje con claridad, promoviendo la paz y edificando a los demás.
El Don de Lenguas: Su Propósito y Uso
El don de lenguas también debe usarse bajo la dirección del Espíritu Santo. Su propósito es glorificar a Dios y edificar a la iglesia. Sin interpretación, este don puede generar confusión, pero cuando es guiado correctamente, se convierte en una poderosa herramienta espiritual.
Enseñanza y Promesas para los Creyentes
La Guía del Espíritu Santo
Los cristianos que viven bajo la dirección del Espíritu Santo están protegidos de la confusión. Como dice Colosenses 1:27, Cristo en nosotros es la esperanza de gloria. Este versículo nos recuerda que la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas nos permite caminar en santidad, confianza y claridad espiritual.
Viviendo a la Altura del Llamado
Dios nos llama a vivir de acuerdo con nuestra posición como hijos redimidos. Esto implica:
- Renunciar al pecado: Romanos 6:11-14 nos insta a considerarnos muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús.
- Nacer de nuevo: Juan 3:3 subraya la importancia de nacer del Espíritu para entrar en el reino de Dios.
- Caminar dignamente: Efesios 4:1 y Filipenses 1:27 nos exhortan a vivir de manera digna del evangelio, mostrando un testimonio que glorifique a Dios.
- Dar fruto espiritual: Gálatas 5:22-23 describe el fruto del Espíritu, que incluye amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio.
Reflexión: ¿Estamos Preparados para Evitar la Confusión?
La confusión espiritual puede ser evitada si estudiamos diligentemente las Sagradas Escrituras y permanecemos en comunión constante con Dios. Preguntémonos:
¿Estamos dedicando tiempo diario a la oración y al estudio de la Palabra?
¿Permitimos que el Espíritu Santo dirija nuestras decisiones y acciones?
La respuesta a estas preguntas determinará si vivimos en la claridad espiritual que Dios nos promete o si caemos en la trampa de la confusión.
Oración: Buscando la Guía del Espíritu Santo
Oremos juntos:
Padre celestial, te damos gracias por tu amor y por la guía de tu Espíritu Santo. Te pedimos humildemente que nos ayudes a no entrar en confusión, sino a vivir en tu perfecta voluntad. Llena nuestras vidas con tus dones y capacítanos para caminar en santidad y obediencia. Encomendamos nuestras vidas y las de nuestros seres queridos a tu cuidado, para tu gloria y honra. En el nombre de Jesús, amén.
No hay comentarios:
Publicar un comentario