INTRODUCCION:
PROFETICES: De la raíz "prophetes" Pro = adelante y phemi = hablar. El que profetiza es un narrador que proclama un mensaje divino. A veces el mensaje incluye una interpretación o declaración y visión de acontecimientos futuros; entre los griegos el profeta era el interprete de la voluntad divina, y esta idea predomina en el uso bíblico; los PROFETAS están dotados para percibir los consejos del Señor y le sirven como voceros; la PROFECÍA es un don del Espíritu Santo (1 Corintios 12:12), que la palabra anima a los creyentes a ejercer, aún cuando en un nivel diferente al de aquellos que tiene el oficio profético (Efesios 4:11).Veamos:
APOCALIPSIS: Juan se come el librito
10:8 La voz que oí del cielo habló otra vez conmigo, y dijo: Ve y toma el librito (El mensaje del evangelio de Juan) que está abierto en la mano del ángel que está en pie sobre el mar y sobre la tierra. 9. Y fui al ángel, diciéndole que me diese el librito. Y El me dijo: Toma, y cómelo; y te amagará el vientre , pero en tu boca será dulce como la miel .10. Entonces tomé el librito de la mano del ángel, lo comí; y era dulce en mi boca como la miel, pero cuando lo hube comido, amargó mi vientre. 11. Y él me dijo: ES NECESARIO QUE PROFETICES OTRA VEZ SOBRE MUCHOS PUEBLOS, naciones, lenguas y reyes.
ENSEÑANZA y PROMESA:
Esta revelación nos muestra como el ángel, da a Juan el mensaje de Dios, en visión para que sea proclamado a las naciones del todo el mundo, el cual es el aviso de lo que sucederá conforme a la voluntad de Dios, para la consumación de los tiempos y los propósitos de Dios con los hombres.
REFLEXION:
Estamos profetizando o proclamando el mensaje divino ?
Hermanos, tal como nos dice la palabra que acabamos de leer, es NECESARIO que profeticemos esta palabra de Dios a todos los pueblos, para salvación de todos, pues esta es la voluntad de nuestro Padre.
OREMOS:
Padre, te amamos, te alabamos, te damos gracias por esta revelación, para que estemos preparados de lo que va a acontecer en los últimos tiempos, mira nuestros seres queridos, en el nombre de Jesús. Amén.
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